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jueves, 12 de diciembre de 2013

La multinacional ICL tiene previsto invertir más de 100 millones de euros en una nueva terminal de carga al Puerto de Barcelona

La nueva terminal permitirá exportar la sal de máxima calidad que se producirá en Súria

El grupo ICL trasladará y ampliará la actual terminal portuaria de carga al Puerto de Barcelona, con una inversión de 100 millones de euros. La construcción de las nuevas instalaciones permitirá la carga de barcos de gran tonelaje con una apuesta firme por la calidad logística del transporte ferroviario y marítimo de la potasa y la sal de Iberpotash, que implica el desarrollo del llamado “Pla Phoenix” a la comarca del Bages.



Actualmente ICL ya está desarrollando una inversión de 160 millones de euros a través de su filial Iberpotash, en la construcción de una planta de sal vacuum y de una nueva rampa de acceso a la mina de Cabanasses en Súria. Esta inversión permitirá aumentar la producción de potasa así como de sal de máxima calidad, destinada a la industria química de todo el mundo.

Nueva terminal al Puerto de Barcelona

ICL ya ha firmado el convenio con el Puerto de Barcelona que tiene que permitir la construcción de una nueva terminal de carga a la zona del Moll Álvarez de la Campa, con una superficie de 7 hectáreas y 14 metros de vainica que permitirá la carga de barcos de hasta 60.000 toneladas. La nueva terminal portuaria tiene que estar operativa el 2015, cuando se prevé poner en funcionamiento todo el proyecto industrial que incluye el plan Phoenix y que tiene que suponer un revulsivo para el desarrollo económico de la Cataluña Central, donde Iberpotash genera ya hoy en día 1.200 puestos de trabajo directos.

Además de los 100 millones de euros de inversión del grupo ICL en la nueva terminal de carga portuaria, el Puerto de Barcelona invertirá aproximadamente 10 millones de euros en la reforma de los espacios que acogerán esta infraestructura. Las principales actuaciones serán el reforzamiento del muelle Álvarez de la Campa y la ampliación de su vainica hasta los 14 metros; la ampliación de la infraestructura ferroviaria en ancho métrico e internacional hasta la futura terminal; y la remodelación y urbanización de la red viaria que dará accesibilidad a la instalación. Estas actuaciones permitirán a Iberpotash disponer de 600 metros de línea de atracada al Puerto de Barcelona, una infraestructura clave para la canalización de sus exportaciones.

ICL hace meses que trabaja con Ferrocarriles de la Generalitat para mejorar la actual red ferroviaria que sale de la mina de Súria y que tiene que garantizar el acceso de la sal y de la potasa al Puerto de Barcelona, y en un futuro, al corredor Mediterráneo y al puerto de Tarragona, mediante la construcción del tercer carril entre Súria y Martorell/Catellbisbal.

El Plan industrial de la empresa contempla la circulación de más de 200 vagones diarios entre Súria y el Puerto de Barcelona a partir del 2015.

Paralelamente, la filial Iberpotash está desarrollando, conjuntamente con la Generalitat y con las diferentes administraciones del territorio, una hoja de ruta que permita el aprovechamiento de los terrenos y de la explotación minera de Sellent, que dejarán de funcionar a principios del 2015. El objetivo de la empresa es dotar estos espacios de nuevos usos económicos y logísticos vinculados a la comercialización de la sal. Al mismo tiempo se busca el consenso para la gestión integral del depósito salino del Cogulló, un almacén exterior con cerca de 40 millones de toneladas de sal, también destinadas a la industria electroquímica.

Con el Pla Phoenix, ICL se sitúa al frente de las inversiones industriales privadas en Cataluña con un plan que implica la modernización y el desarrollo del sector de la minería en el Bages, pero también de las infraestructuras logísticas del país. La multinacional ya tiene en estudio nuevas inversiones por el periodo 2015-2020 como por ejemplo el desarrollo de nuevas plantas de sal de máxima calidad.

Las inversiones de la primera fase del Pla Phoenix implican también una importante mejora medioambiental por el hecho que reducen el consumo de 40.000 metros cúbicos anuales de agua, reducen en un 48 por ciento el volumen de salmuera al colector que la transporta hasta el mar y hacen desaparecer la circulación de camiones por el centro de Súria. Precisamente Iberpotash fue la primera empresa minera al obtener la certificación ambiental ISO 14.001:2004, y este es uno de los objetivos de la compañía, seguir avanzando en la gestión medioambiental. También cuenta con los certificados internacionales ISO 9001:2008 de calidad, la OHSAS 18001:2007 de prevención y seguridad y el RSC (Responsible Care).

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