Los revestimientos para suelos que se usan en los aviones
que hacen vuelos de larga distancia han de cumplir con un gran número de
requisitos, entre otras razones por motivos de seguridad. Esto se aplica en
especial a los materiales con que se reviste el suelo de las cocinas de los
aviones. Los ingenieros de la empresa Metzeler Technical Rubber Systems GmbH,
filial de la firma estadounidense de suministros para automóviles Cooper
Standard, han desarrollado los nuevos revestimientos para suelos Duroflex y
Durofloor como alternativa innovadora y duradera a los revestimientos de
silicona que se venía utilizando hasta la fecha.
Estos nuevos productos, que son antideslizantes y fáciles de
pegar, destacan, entre otras cualidades, por sus excelentes propiedades
ignífugas y de resistencia al desgaste. Uno de sus componentes es Levapren, una
materia prima libre de halógenos que fabrica la empresa LANXESS, pionera en la
producción de caucho sintético.
«Las cocinas de aviones de gran envergadura no son tan
pequeñas como muchos se imaginan», apunta Joachim Bormuth, responsable de
gestión de calidad en Metzeler. «Las zonas de cocina de un Airbus A320 suman
unos 24 m² y si nos referimos al Boeing 747 o al Airbus A380 podemos estar
hablando de más de 100 m²» Dado que estas zonas están equipadas con aparatos
como hornos microondas o máquinas de café, y cuentan además con numerosas
conducciones eléctricas muy próximas entre sí, resulta necesario dotarlos de
una protección contraincendios adecuada. A esto hay que sumarle otros
requisitos que debe cumplir el material: que tenga poco desgaste, que no se
ensucie fácilmente y que presente una buena adherencia. También hay que
garantizar un montaje rápido y sin problemas.
Hasta ahora, las exigencias más importantes se cubrían
utilizando revestimientos flexibles o laminados rígidos con una capa superior
de caucho de silicona, sin embargo estos materiales se desgatan rápidamente.
Además, impiden que el revestimiento resista los daños causados por la caída de
objetos punzantes sobre él. En muchos casos, la utilización de este tipo de
revestimientos tampoco tiene muchos partidarios desde el punto de vista de la
rentabilidad. El material que acabó convenciendo a Metzeler es una variante
especial del caucho sintético Levapren EVM de LANXESS.
Para Michael Herrmann, experto de la unidad de negocio High
Performance Elastomers de LANXESS, «Levapren es, en muchos casos, un material
ideal: es un caucho que no contiene halógenos, por lo que en caso de incendio
no produce gases que contengan ácido clorhídrico; de ese modo, las vidas
humanas no sufren daños, los materiales tampoco y los equipos de salvamento no
se estropean. Además, Levapren al arder produce un humo poco denso, con lo que
en caso de emergencia se mantiene durante más tiempo una buena visibilidad para
encontrar las salidas de emergencia»
El material se ofrece en muy diversas polaridades, por lo
que las manchas de aceites o alimentos acumuladas sobre la superficie resultan
fáciles de eliminar. Los productos de limpieza agresivos tampoco pueden
dañarlo. Pese a la gran cantidad de sustancias de relleno que contiene, el
material también cumple con las severas exigencias propias del entorno
aeronáutico en lo que a baja densidad se refiere. Además, esta rentable materia
prima destaca por lo fácil que resulta pegarla. Esto no solo contribuye a que
los flexibles suelos Duroflex se puedan colocar de forma segura y duradera,
sino que también permite asegurar la rentabilidad en la fabricación de los
laminados de Durofloor, así como mantener un alto nivel de calidad.
La presencia de Levapren en los revestimientos para suelos
Duroflex y Durofloor de Metzeler ha pasado su bautismo de fuego: hace ya año y
medio que el material está en servicio en dos aviones de una conocida compañía
aérea. «Estamos muy satisfechos del resultado del test de vuelo
―manifiesta Joachim Bormuth―. Tras esta
prueba de carga, el suelo tiene un aspecto mucho mejor que muchos productos de
silicona.»
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