La Asociación de Transporte Internacional de Carretera (ASTIC) advierte del “efecto contagio” que puede provocar la imposición del Gobierno de Francia de un salario mínimo (la nueva normativa se encuentra en fase de tramitación) para todos los conductores que realicen actividades de transporte o cabotaje en el país galo.
“Desde ASTIC venimos alertando de las medidas proteccionistas que quieren imponer algunos países para defenderse de la competencia extranjera. Y tememos que la nueva normativa francesa pueda provocar un nuevo aluvión de medidas de este tipo. En este sentido, lamentamos que el Gobierno español todavía no haya actuado de forma clara y contundente contra estas amenazas para nuestro sector”, denuncia Ramón Valdivia, director general de ASTIC.
Valdivia subraya que “la falta de armonización legislativa de los diferentes países de la Unión Europea” es uno de los ‘caballos de batalla’ de ASTIC. “Medidas como la francesa, la ‘tasa HGV británica’ ó la prohibición Belga y Francesa a los descansos semanales en el camión, el salario mínimo alemán y otras solo sirven para aumentar el caos normativo y crean gran inseguridad jurídica en las empresas. Son normas que nos imponen de forma atolondrada, de un día para otro, y que están mareando a nuestros transportistas”. En este sentido, el director general de ASTIC apunta que la Asociación seguirá trabajando para que los países “caminen en la misma dirección” y se avance hacia “una Europa convergente”.
Tras la enmienda al ‘Proyecto de Ley para el crecimiento, la actividad y la igualdad de oportunidades económicas’, si finalmente se sustancia, Francia exigiría todos los beneficios sociales galos para aquellos conductores que realicen actividades de transporte o cabotaje en su país. “Conviene subrayar que los beneficios sociales en Francia son de los más elevados de Europa. Esta situación supone, por lo tanto, un enorme obstáculo para muchas de las empresas de transporte españolas que operan en el país vecino. Un duro revés, que llega, precisamente, en un momento en el que el sector estaba dando sus primeros pasos hacia la recuperación”, explica Ramón Valdivia.
Además del “desequilibrio que generará entre los países miembros”, la enmienda provocará “un exceso de burocracia en las administraciones”, advierte el director general de ASTIC. En este sentido, advierte de que “todos los transportistas extranjeros que utilicen conductores en
Francia sin proporcionar la certificación requerida podrán ser denunciados por trabajo ilegal”.
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